jueves, 13 de agosto de 2009

El tiempo curará

Cuando escribo, lo más difícil suele ser empezar, introducir el texto. Esta vez quiero escribir sobre algo cuya mayor dificultad es todo lo contrario: terminar, finalizar el tema. Cuando el corazón se esconde, cuando lo cierras con siete llaves y las tiras al fondo del volcán de tu presente. Cuando crees que todo ha terminado, pero no ha hecho más que empezar.

¿No amas, no crees amar, o no quieres amar? "He nacido para estar solo". Gilipolleces.
Crees que no quieres querer que te quieran, pero lo que quieres es que te quieran (igual de raro que esta frase e igual de dificil de entender a primeras es esa situación). Que te quiera alguien, sea ella o no, pero que te quieran y ahora, para no sentir ese vacío. Puta dualidad.

Por eso, si eres de los que divagan con tu única compañera fiel de cama (la almohada), pensarás que sigues queriéndola, a esa tía que está con otro, a esa tía que ya no te quiere, a esa zorra que te ha jodido la vida, da igual, siempre hay alguien. Pero como leí una vez, "no te enamores dos veces de la misma persona, la segunda vez solo te enamoras del recuerdo". Quedate con el recuerdo, que tanto si es un recuerdo de una hora, una semana o 10 años, siempre será poco y querrás más. Quedate con el recuerdo sin vivir en diferido, buscando tu destino.

Sigue el camino de baldosas amarillas, porque ya se sabe que


"Nada hay bajo el sol que no tenga solución,
nunca una noche venció a un amanecer.

Hubo un tiempo en que todo me iba mal,
perdido en la oscuridad sin saber a donde ir.
De mi vida se esfumó todo el color,
solamente quedó en mí el color gris.

Y pensé que era mi final,
del laberinto no podía escapar.

No busqué el apoyo en los demás,
no quería suplicar ni tener su compasión.
Me hice amigo de la soledad,
quien iba a imaginar todo lo que me enseñó.

Hoy sonrío recordando la lección
que la vida con paciencia me enseñó:

Nada hay bajo el sol que no tenga solución,
nunca una noche venció a un amanecer.

En la vida no todo es avanzar, a veces un paso atrás...
Nunca dudes en cambiar de dirección, si el camino se acabó.
A cada sueño, cada idea, cada amor, entrégate con pasión.
Lleva siempre la verdad en tu interior, y tu propia religión.

Nada hay bajo el sol que no tenga solución,
nunca una noche venció a un amanecer"

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