viernes, 20 de agosto de 2010

Síndrome post - Leyendas 2010.

Tengo un problema. He olvidado lo que iba a escribir, y creo que es porque acabo de saturar a mi mente. Ayer vi "Origen", y hoy "Zombieland" y "American Beauty". Es demasiada información en muy poco tiempo para mi cerebro, demasiada complejidad.

Además tengo en mente todavía el Leyendas, y todo lo que conlleva este festival, que para mí, y aunque no lo pueda parecer en un principio ni en un final, es mucho más que un sitio donde ver conciertos de muchos de los grupos que me gustan. Claro que también me importa esto último, pero no sé, tiene "un algo" que cuando pasan los días y consigo asimilarlo, hace que me sienta más limpio interiormente. Más puro, como cuando en un videojuego se te recarga la barra de energía al máximo.

Hace 2 años me purificó en el momento en que los de Panzer tocaron "Junto a ti" y al llamar por teléfono no me cogieron (gracias por no hacerlo poxolilla).

Sobre la mesa hay...

Recuerdo, ya este año, cuando iba en el autobús dirigiéndome hacia Murcia, que miraba por la ventana el paisaje (muchas veces me entretiene en viajes medianamente largos mirar el paisaje, siempre y cuando haya paisaje. No me sirve ver paradas en pueblos, con todos mis respetos hacia los pueblos) y pensaba. Hasta pensé en que si tuviese en aquel momento un ordenador podría escribir algo que mereciese la pena.

Miraba los campos y los árboles y cada vez eran más verdes, cada vez más limpios. Mis recuerdos, sentimientos, preocupaciones, rayaduras de cabeza... mi vida casi, se iba quedando atrás. Incrustada a los árboles para ser recogida a la vuelta. Es que de eso se trata joder, para eso deberían ser únicamente cualquier tipo de vacaciones, para despejarte la cabeza y pausar tu vida.

Para echarte la siesta mientras has dejado en pausa la partida y seguir más tarde con las pilas cargadas.

La verdad, siento que si no fuese por el Leyendas no habría sabido darle la interpretación que le doy ahora a "Origen", "Zombieland" y "American Beauty". Ahí queda eso, interprétese como se quiera, que estoy hoy con metáforas y contra-metáforas que tiro la casa por la ventana.



Grandes Korpiklaani.

Y lo mejor de todo es estando allí, que no tienes que cargar ni con lo malo ni con lo bueno de tu vida, que allí eres uno más. Y eso está muy bien. Tener el móvil solo para lo imprescindible, apagarlo cuando no lo necesites e ignorar cualquier tipo de intento de contacto hacia ti procedente de los árboles sevillanos.

Eso es libertad señores, eso es libertad sin cargos. Aquí para sentirte libre muchas veces cometes el fallo de rozar la irresponsabilidad o incluso la inmadurez. Allí, ALLÍ, no hay responsabilidad, solo libertad y felicidad. Llueva, haga sol, tengamos la playa a media hora, la tengamos al lado, sea una mierda, sea la puta polla, vivamos debajo de estiércol porque no hay basureros, caguemos sin miedo a coger una infección en el culo porque limpien los servicios varias veces al día... siempre recordaremos esos días como los mejores días del verano, y siempre los echaremos de menos y contaremos el tiempo que falta para que vuelvan a repetirse el año que viene.

Lo necesitamos.


Era una tarde de abril
con tiempo de primavera,
juntos fuimos hasta allí
a recordar algo nuestro.

Era como empezar
a sentir lo que hoy siento,
tú jugando junto a mi,
yo ahogandome en el tiempo.

Necesito respirar,
descubrir el aire fresco
y decir cada mañana
que soy libre como el viento.

Cantamos una canción
y juntos pudimos ver,
que después de nuestra voz,
solo se quedó el silencio.

Comenzamos a soñar,
volaron los pensamientos,
y al mirarte comprendí
que tu sueño era mi sueño.

Necesito respirar,
descubrir el aire fresco
y decir cada mañana
que soy libre como el viento.


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PD: Felicidades atrasadas blog, que ya tienes 1 añito.

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