Nos quedaban 8 minutos de vida.
8 minutos es un paseo, son dos canciones. 8 minutos son 480 segundos, es lo que dura un intermedio cuando no es muy largo. 8 minutos es un polvo corto, es una paja larga. Es el tiempo que duró mi esperanza, la de las plaquetas solares.
Cuando fui al colegio y me contaron que si el sol se apagase, tardaríamos 8 minutos en darnos cuenta, me asusté mucho. Poco después vino el eclipse solar de 1999, predecido como no, por los mayas, como el fin del mundo. Creo que esa fue la primera vez que realmente tuve miedo a morir.
También fue mi primer dilema moral, o lo que yo entendía por aquel entonces como dilema moral. Quería ver el eclipse, y en efecto, cogí una pantalla protectora de las que usan los soldadores y miré fijamente al sol. Estaba cortado, parecía como si alguien le hubiese dado un bocado.

Y mi profesora de Conocimiento del Medio nunca me enseñó ni me enseñaría que el sol fuese como nuestra piel, así que no tenía esperanzas de que se regenerase. No existían plaquetas solares.
Ahora que el sol se ha apagado, y nos quedan 8 minutos de vida, sé con toda seguridad que no existen.
Tuve, en su día, una esperanza durante 8 minutos, al confundir la palabra "placa" con "plaqueta". Unos de mis 8 minutos seguidos más felices de mi niñez.

Lo que complementaba a mi dilema era que tenía miedo y quería meterme bajo las sabanas hasta que se acabase el día.
Pero ahora ya no soy un niño, ahora soy consciente de que el sol se ha apagado, y de que nos quedan 8 minutos de vida. Y quiero gastarlos escribiendo estas líneas.
Estoy solo ahora mismo, ya que el resto de la gente está intentando cumplir sus últimos sueños. Pero es inútil. No pueden hacer ese viaje que tanto soñaban, porque no hay aviones. La nube volcánica se ha extendido por todo el planeta. No pueden leer ese libro que tanto deseaban, porque no hay tiempo. Tampoco pueden ver una película.
Pueden, en cambio, como ya dije, dar un paseo. O... bueno, ya he dicho qué cosas da tiempo hacer en 8 minutos, no seamos cerdos.
He dicho ya varias veces que nos quedan 8 minutos. Mi reloj está sin pilas, todas las tiendas han cerrado. Hasta los chinos. En cualquier momento dejaré de escribir. Espero que no se me vaya el santo al cielo (no literalmente. Literalmente será dentro de 8 minutos) y se me acabe el chollo en mitad del texto. No quiero tener un final como el de Los Soprano.
Cumplí muchos sueños, otros se quedaron por el camino. Pero claro, vivir con todos tus sueños cumplidos... pues no me mola mucho, así que siempre me quedaba alguno por cumplir.
Empieza a hacer frío...
Creo que deben quedar unos 2 minutos aproximadamente. Solo quiero dar las gracias, a todos y a todo, a lo tangible y a lo abstracto. Pero sobretodo, más que a nada, más que a nadie, por encima de todo, quiero dar las gracias a lo mejor que me ha pasado en la vida, que sin duda es
